
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Universidad Nacional de Colombia, a través de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS), desarrollan un método innovador que emplea disfraces y elementos de camuflaje para rehabilitar crías de animales silvestres sin generar dependencia hacia los humanos.
Una técnica pionera en la recuperación de neonatos silvestres
El equipo de profesionales utiliza máscaras con forma de picos, guantes cubiertos de plumas y trajes con texturas similares a la piel o al pelaje de distintas especies.
Esta metodología busca evitar el reconocimiento humano durante la alimentación y el cuidado de las crías, lo que incrementa sus posibilidades de adaptación y supervivencia en su entorno natural al momento de ser liberadas.
Cada año, cientos de animales silvestres llegan al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) de la CAR y a la URRAS. Muchos son neonatos huérfanos, otros resultan heridos por ataques de fauna doméstica o atropellamientos, y varios son rescatados de situaciones de cautiverio ilegal, donde sufren mutilaciones como la amputación de plumas o colmillos.
“Para que un animal regrese a su hábitat debe demostrar que recuperó su salud y que es capaz de valerse por sí mismo, además de temer y huir de los seres humanos. Aquellos que presentan alteraciones biológicas permanentes o lesiones que impiden su supervivencia en libertad permanecen en el CAV bajo cuidado veterinario”, explicó Alfred Ignacio Ballesteros, director de la CAR.
Ciencia, creatividad y compromiso ambiental
La rehabilitación de neonatos es uno de los mayores retos para los profesionales de la conservación, ya que requiere alimentación constante, temperatura controlada y contacto mínimo con humanos.
Por ello, los especialistas de URRAS y la CAR implementan esta técnica que simula el acompañamiento materno sin generar dependencia.
“El uso de disfraces no es un recurso aislado, sino parte de un proceso que incluye diagnóstico veterinario, tratamientos médicos y seguimiento hasta el momento de la liberación. Combina ciencia, creatividad y compromiso con la conservación”, enfatizó Ballesteros.
Esta práctica ha sido reconocida como un ejemplo de innovación en el manejo de fauna silvestre, al integrar conocimiento científico con herramientas pedagógicas y éticas para garantizar el bienestar animal.
Un mensaje de conservación y respeto por la fauna
La CAR y la Universidad Nacional reafirmaron que el propósito de esta estrategia es reintegrar animales sanos y autónomos a su hábitat natural, al tiempo que se promueve una cultura de respeto hacia la fauna silvestre y la lucha contra el tráfico y la tenencia ilegal.
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Las entidades hacen un llamado a la ciudadanía para no capturar, mantener ni comprar animales silvestres, y para reportar casos de tráfico o maltrato a través de las líneas oficiales de la CAR.
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