Las recientes inundaciones en la Autopista Norte de Bogotá han dejado imágenes indignantes y frustrantes: cientos de personas y niños atrapados, víctimas de una situación que pudo haberse evitado. El concejal de Bogotá, Daniel Briceño, ha señalado con claridad al verdadero responsable: la politiquería progresista del gobierno de Gustavo Petro, que con decisiones basadas más en ideología que en pragmatismo, está frenando los proyectos de infraestructura que la ciudad necesita urgentemente.
¿De quién es la responsabilidad?
Briceño no duda en señalar que la responsabilidad de las inundaciones recae directamente en las decisiones tomadas por el gobierno nacional. La Autopista Norte, cada vez que llueve, se convierte en un caos debido a problemas históricos relacionados con el humedal Torca y Guaymaral, el cual fue dividido en tres partes cuando se construyó un tramo sobre el eje del humedal. Con el fin de solucionar este problema y reconectar el humedal, la ANI y el gobierno distrital adelantaron el proyecto de Accesos Norte 2, que consistía en elevar la autopista y permitir que el afluente volviera a fluir adecuadamente.
@daniel.bricen Inaceptable lo de la Autopista Norte. Por un lado Bogotá no se preparó para el invierno y por el otro desde el gobierno nacional no permiten construir Accesos Norte II que eleva la vía y permite restituir la conexión hídrica de los humedales de Torca y Guaymaral que evitaría esto #autopistanorte #inundacion #bogota #petro #galan ♬ sonido original – Daniel F. Briceño
Otras notas de opinión: Petro usará dinero de los contribuyentes para comprar coca
Sin embargo, según Briceño, el proyecto fue archivado el 2 de enero de este año por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), bajo la administración de Gustavo Petro. Esto, en sus palabras, “traba y hunde” un proyecto que es vital para evitar que la Autopista Norte se inunde cada vez que llueve. No se trata solo de la Autopista Norte: Briceño destaca que el gobierno de Petro también se ha opuesto a otros proyectos esenciales para Bogotá, como la extensión de la avenida Boyacá hacia la calle 183 y la ampliación de la Avenida Suba-Cota, a pesar de que ya se habían aprobado 1.3 billones de pesos para esta obra.
La politiquería disfrazada de “progresismo ambiental”
Según el concejal, la verdadera razón detrás de la oposición del gobierno nacional a estos proyectos no es la protección del medio ambiente, sino la politiquería y el extremismo ambiental. Una visión que prioriza la ideología sobre las necesidades reales de los ciudadanos. En lugar de buscar soluciones que armonicen el desarrollo de la infraestructura con la protección del medio ambiente, el gobierno de Petro ha decidido oponerse de manera sistemática a cualquier proyecto de infraestructura que implique intervenir zonas sensibles, como los humedales.
El concejal recalca que estas decisiones no son consecuencia de una preocupación genuina por el medio ambiente, sino de un extremismo que busca detener cualquier forma de desarrollo urbano, independientemente de su necesidad y del impacto positivo que pueda tener para la ciudad. En este caso, el resultado ha sido que las inundaciones en la Autopista Norte, una escena que Briceño califica de “terrible”, se han convertido en una tormenta que no es solo climática, sino también política.
La ciudad necesita avanzar, no estancarse
La crítica de Briceño no es hacia la conservación del medio ambiente, sino hacia la incapacidad del gobierno de encontrar un balance. Bogotá necesita infraestructura que mejore la movilidad y la calidad de vida de sus habitantes, y esto no tiene por qué ser incompatible con la conservación de los humedales y otros recursos naturales. Países alrededor del mundo han demostrado que es posible desarrollar proyectos de infraestructura de manera sostenible, pero para ello se necesita voluntad política y una visión pragmática que esté al servicio de los ciudadanos.
El concejal enfatiza que detener estos proyectos con el pretexto de la protección ambiental, sin ofrecer alternativas viables, es un acto irresponsable que afecta directamente a los ciudadanos. La ampliación de vías como la Autopista Norte, la avenida Boyacá y la avenida Suba-Cota es esencial para descongestionar la ciudad y evitar situaciones tan lamentables como las que hemos visto en los últimos días. Sin embargo, la administración Petro parece más interesada en frenar el desarrollo de Bogotá que en buscar soluciones que realmente beneficien a sus habitantes.
Noticias de Cundinamarca | Noticias de Antioquia |